Introdución

Con toda probabilidad, la hipótesis más favorecida, y también la más natural, es la de suponer como función principal del lenguaje la de “herramienta comunicativa”. Por un lado, son claras las ventajas evolutivas que se derivan de un sistema de comunicación tan eficiente y flexible como el lenguaje humano, que permite la coordinación de sofisticados métodos de cooperación social o la creación de una “cultura”, que a su vez permite que el conocimiento sea acumulativo y los descubrimientos de una generación no hayan de ser re-descubiertos por la siguiente.  

Por este motivo se hace necesario el dominio de una serie de destrezas discursivas para que la comunicación establecida por el lenguaje sea totalmente eficiente ya que sin ellas no existiría una comunicación tan productiva. La manera que se enseña en primaria la lengua española tiene una finalidad funcional ya que la considera como herramienta de comunicación y de realización social, es decir, el lenguaje se desarrolla para un fin por lo tanto decimos que tiene una finalidad funcional.

 En la escuela la teoría es desarrollada a partir de los libros de textos  y no se da tanta importancia a la práctica ya que es algo que esta implícito en el propio lenguaje, sin embargo debemos dar más importancia a la práctica inconsciente que realizamos cuando hablamos y nos comunicamos para convertirla en una acción que permita mejorar nuestra forma de expresión y de comunicación por lo tanto nuestro lenguaje.

Las necesidades de formación de un maestro de educación primaria están implícitas en su tarea educativa, conocer la materia que se imparte para la correcta tarea de guía en el proceso educativo hacia su desarrollo más óptimo, tener unas  capacidades discursivas y literarias a la altura del nivel a impartir y una correcta metodología para el desarrollo de los contenidos.